En la primera parte de este artículo, vimos las manos iniciales más importantes que se pueden repartir en la mesa de póquer. Es cierto que si sólo jugara estas manos, en la mayoría de las mesas de apuestas bajas, probablemente sería un jugador de póquer ganador. Sin embargo, éstas sólo representan un pequeño porcentaje de las cartas que se le reparten. Si quiere maximizar sus beneficios contra oponentes débiles, o si se encuentra con buenos jugadores agresivos y cerrados, o simplemente quiere entrar en la acción y no tiene ganas de esforzarse, entonces tendrá que ser capaz de jugar el resto de las cartas que se le repartan.
Las siguientes cartas pueden ser definitivamente rentables para usted en la mesa de póquer, pero tiene que saber cómo, cuándo, dónde y contra quién es mejor jugarlas.
Pateador medio / Pateador débil / As+x fuera de juego (denominado Hacha)
Cuando los nuevos jugadores empiezan a jugar al póquer, es muy común que exageren sus manos de As y se metan en todo tipo de problemas. Es necesario tener cuidado antes de comprometer las fichas de póquer con este tipo de participaciones por las siguientes razones:
1. Los Ases débiles a menudo ganan poco pero pierden mucho
Los ases dan miedo. Cuando los ases aparecen en el flop, la acción de las apuestas a menudo se detiene. Esto significa que incluso si acierta su as (sólo un 16% de posibilidades aproximadamente) no es muy probable que los oponentes empujen grandes pilas de fichas de póquer en su dirección. Además, su débil kicker aumenta la posibilidad de que sea dominado por un as mejor, lo que le deja con sólo un 24% de posibilidades de salir victorioso en el river. En estas situaciones, también es extremadamente difícil alejarse de su mano, que a menudo es una pareja superior, y esto puede llevarle a donar fichas de póquer innecesariamente a un As mejor.
2. Juegan muy mal contra un campo grande
Las manos de As, siendo realistas, sólo van a hacer una pareja la mayor parte del tiempo. Las posibilidades de que consigas una escalera son mínimas